No conviene perder
de vista uno de los hechos que han causado la crisis mundial que nos sigue
asolando. Los administradores de las entidades financieras, con su afán de
rapiña, llevaron a la ruina a sus entidades, a los dueños de esas entidades (en
el caso de las cajas, la sociedad española) y a sus países. La solución que se
adoptó en España, en uno de los pocos consensos (más bien, complicidades) de
los últimos años fue entregarles a esos mismos administradores todo el poder,
regalarles entidades que fueron de todos. Los resultados de ello no pueden
sorprender a nadie
Se ha remitido ya a
las Cortes Generales el informe de evaluación del Banco de España sobre el
cobro de las indemnizaciones, pensiones y remuneraciones percibidas por los
administradores y directivos de las entidades de créditos inmersas en algún
proceso de reestructuración o resolución.
Para
empezar nos encontramos con que BMN presentó escrito de solicitud para el pago
de incentivos para el Comité de Dirección correspondiente al ejercicio 2011
pese a la valoración negativa del Banco de España. Su mérito fue administrar
los 915 millones de euros que les entregó el FROB, con tanto acierto, que dos
años después las auditorias determinaron
que volvía a necesitar 730 millones más. En julio de 2012 el Consejo de BMN
aprobó finalmente no efectuar el pago de esos incentivos y, que sepamos, a
nadie se le cayó la cara de vergüenza ni la silla del culo.
Pero esto no
significa que, por fin, se hayan terminado los incentivos perversos para esos
administradores porque, gracias al dinero público y a la impunidad, se han dado
cuenta de que es más rentable para ellos gestionar rescates que gestionar el
negocio. De ahí esa exitosa cadena de
integraciones informáticas que venimos disfrutando los trabajadores y, sobre
todo, nuestros sufridos clientes.
Prueba
de ello es que de 2011 a
2012, mientras a los trabajadores se nos aplicaban recortes salariales, eres y
ertes,
el Comité de Dirección aumentó sus retribuciones en un 7%, de 2.629.000 a 2.814.000
euros. Para que todo el mundo sepa
de qué hablamos: de 437 a
468 millones de pesetas. Quizás ese aumento explique su tan solidaria renuncia
a cobrar (encima) incentivos.
Pero no todos los
eres han sido iguales. Dice el Banco de España que, “por lo que respecta a
las indemnizaciones por terminación de contrato, en 2012 se han abonado a tres
directivos, por un total de 1.586.000 €. En los tres casos se superó el límite
de dos anualidades de la remuneración fija, amparándose en que tenían relación
laboral común, pese a ser ejecutivos, y en que se había acogido a un ERE,
cuestión ésta no clarificada expresamente en la normativa”. Es decir, que han sabido aprovechar las
lagunas de la legislación y de los acuerdos laborales en su beneficio.
Como gracias a su
tan brillante como escasamente remunerada gestión, el FROB ya es el dueño
mayoritario, en 2013 BMN tendrá que ajustar la retribución de un directivo y de 8 consejeros no ejecutivos que durante
el 2012 han superado lo establecido en el R.D. 2/2012.
El Banco de España,
mediante escrito de 5 de febrero de 2013, ha requerido a BMN la adopción de las
medidas necesarias para subsanar las debilidades en la implantación de la
normativa y ajustarse a los límites legalmente establecidos.
A un trabajador se le suspende de empleo y
sueldo si produce un quebranto a la entidad y va a la calle si se ha lucrado de
ese quebranto. A otros, a los mismos que firman esas sanciones y despidos, sólo
se les pide amablemente que esto no vuelva a repetirse.
Hay
más datos en el informe del Banco de España. Quizás hagamos otro comunicado
ofreciéndolos al completo. Pero todo abunda en lo mismo: NADA HA CAMBIADO. Las
actitudes y las personas que nos llevaron a donde estamos se perpetúan.
Ni el
Banco de España, ni los gobiernos, ni las leyes, ni Bruselas van a ayudarnos. O
les plantamos nosotros cara o nadie nos sacará las castañas del fuego. Son
ellos o nosotros. Debemos aprender de nuestros compañeros de Bankia,
NovaCaixaGalicia o Caja3.
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